martes, 7 de septiembre de 2010

Ansias...

No se por qué, cuando he puesto mis manos sucias sobre el teclado blanco de mi ordenador me han entrado ansias, ansias por escribir, sin saber bien la causa de tal sentimiento, pero las he tenido.

Entonces lo primero que he hecho ha sido lavarme las manos, almenos de esta manera mi teclado blanco no se ensuciará tanto y lo segundo abrir el blog para poder escribir la siguiente paranoia que aparezca fruto de algunos rebotes de mis neuronas.

Ahora quizás pienses que canbiaré de temática o bien me iré por algún cerro de úbeda para continuar una entrada que cualquier letra de la Real Academia de la Lengua daría por muerta, pues no, voy a seguir hablando de las ansias.

Esta tarde he hablado de varias personas sobre la ansiedad, no de un concepto tan general sino de uno en concreto, aunque bueno, conversaciones de curas, en el claustro se quedan.

Me gustaría saber por que la gente se deja embargar por el sentimiento de la ansiedad, podríamos entrar en un debate de si la ansiedad es un sentimiento o un estado, yo opto por lo primero por que es como la felicidad o la locura transitoria no sabes como viene que ya se ha ido.

Me pregunto el por qué a la gente le gusta vivir estresada, le gusta vivir en tensión, por el resto de gente no puedo responder a todas estas preguntas pero por mi puedo hacer un avance.

En mi caso vivir en tensión, ya sea por miedo, pánico o alguna otra causa desconocida, o almenos eso intento parecer que sea, me hace mantener activo, es un estado en el que puedes mantener los 5 ( o 6 dependiendo de que planeta vengas ) sentidos focalizados en un mismo sitio, más que nada que si no están te acabas quemando.

Siempre he sido un vago currante, esto es que curro hasta que veo que estoy salvado y entonces sale el vago de mi interior para estar en un plácido transito entre dos mundos.

No me gusta vivir estresado, pero vivo, no me gusta vivir sin hacer nada pero me acostumbro, no me gusta ver como pasa el tiempo y la lista de cosas por hacer no baja, no me gusta tener mil pájaros en la cabeza, pero cada día me entran unos cuantos de cosas que pienso que debo incluir en la maldita lista.

No me gusta levantarme pensando que tengo que hacer algo en concreto aunque no me gusta levantarme pensando que no tengo nada que hacer, no me gusta vivir organizado, no me gusta vivir inmerso en un absoluto caos, hay tantas cosas que no me gustan... que me generan ansiedad.